Hamachi y Buri son el mismo tipo de pez, pero se los conoce con nombres diferentes según su tamaño y madurez
La distinguida isla que produce el medregal japonés más querido del mundo
JAPÓN
Wednesday, January 22, 2025, 07:00 (GMT + 9)
Enclavada frente a la costa de Kyushu, una vibrante comunidad isleña ha transformado sus pesquerías en una próspera industria en crecimiento mediante el cultivo de Seriola o medregal japonés (Seriola quinqueradiata) para satisfacer la demanda mundial.

Hamachi se refiere al pez más joven y más pequeño, mientras que Buri es el nombre que se utiliza para el pez maduro y más grande. Foto: cortesía del Gobierno de Japón
Una tradición se encuentra con una oportunidad moderna
Los mares de Japón son ricos en mariscos de alta calidad únicos de cada región. Si bien el apetito mundial por la cocina japonesa ha impulsado un aumento en la demanda de sus productos marinos, el consumo interno ha disminuido debido al cambio en las preferencias alimentarias. Para agravar este desafío, la industria pesquera de Japón se enfrenta a una fuerza laboral envejecida y a una falta de sucesores. En respuesta, el gobierno japonés, bajo la administración del Primer Ministro Suga, ha establecido un objetivo ambicioso: quintuplicar las exportaciones anuales de productos agrícolas, forestales y pesqueros a ¥5 billones ($45 mil millones) para 2030. Esta iniciativa tiene como objetivo rejuvenecer las industrias primarias, convirtiéndolas en motores de crecimiento económico y revitalizando las comunidades locales.

La ciudad de Nagashima, que abarca una serie de zonas de pesca que se extienden a lo largo de varias bahías insulares, es famosa por el sistema de producción que desarrolló para exportar pescado durante todo el año. Foto: cortesía del Gobierno de Japón
Un ejemplo brillante de esta transformación es la ciudad de Nagashima, ubicada en la prefectura de Kagoshima. Conocida como un importante centro de pesca de la Seriola o medregal japonés (un pez nativo de las aguas circundantes), Nagashima se ha convertido en un líder en esta floreciente industria. La Seriola o medregal japonés llamado localmente hamachi cuando es joven y buri cuando está maduro, es un apreciado manjar. A pesar de su pequeña población de menos de 10.000 habitantes, Nagashima produce más de 2 millones de medregal al año, lo que la convierte en el mayor productor de buri de Japón. Desde el lanzamiento de la marca BURI-OH en 2001, la ciudad representa ahora una décima parte de las exportaciones anuales de medregal de Japón, enviando más de 1.000 toneladas a 31 países, siendo Estados Unidos y Europa los principales mercados.

La generación más joven también participa activamente: según una encuesta de 2018, alrededor del 42% de los propietarios individuales que poseen pesquerías familiares tienen sucesores, una tasa mucho más alta que el promedio nacional del 17%. Foto: cortesía del Gobierno de Japón
Excelencia a través de la colaboración
En el corazón del éxito de Nagashima se encuentra la Asociación Cooperativa Pesquera Azuma-Cho, una unión de aproximadamente 120 piscicultores independientes. La cooperativa ha desempeñado un papel fundamental en la estandarización del control de calidad y la racionalización de las exportaciones. Comenzó a exportar buri a los Estados Unidos en 1982 y se convirtió en la primera organización de piscifactorías en Japón en obtener la certificación de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) en 1998. Esta norma reconocida internacionalmente garantizó el cumplimiento de los estrictos requisitos de seguridad alimentaria para los mercados extranjeros.

Desde su lanzamiento, la marca BURI-OH se ha disfrutado en restaurantes japoneses en el extranjero, principalmente como sushi y sashimi. Foto: cortesía del Gobierno de Japón
La cooperativa también desarrolló un sólido sistema de control de producción, rastreando los datos de crecimiento diario y utilizando una fórmula de alimentación patentada para garantizar la consistencia en toda la marca BURI-OH. Reconociendo las preferencias de los mercados internacionales, adaptaron sus métodos de cultivo: los peces destinados a la exportación se crían durante más tiempo y se alimentan con pescado crudo para mejorar su textura grasosa y suculenta, lo que los hace ideales para los restaurantes de sushi de alta gama en el extranjero.
Resiliencia e innovación
Aunque Nagashima tiene ventajas naturales (mares cálidos y corrientes de marea abundantes), ha tenido que hacer frente a sus propios desafíos, en particular los daños causados por las mareas rojas causadas por la proliferación de algas. En 2009 y 2010, estas mareas rojas acabaron con 2,7 millones de peces, un golpe devastador para la comunidad. “Todos pensaron que era el fin de la piscicultura”, recuerda Nakazono Yasuhiko, director de la división de ventas de la cooperativa. Sin embargo, la ciudad respondió con determinación e ingenio. Los piscicultores comenzaron a pescar antes para evitar la temporada de mareas rojas y establecieron nuevas zonas de pesca más alejadas de la costa, donde estos fenómenos eran menos frecuentes.

Sashimi de la marca BURI-OH Foto: cortesía del Gobierno de Japón
Estos esfuerzos no solo restauraron la confianza en la industria, sino que también atrajeron a los jóvenes a las carreras en la piscicultura, asegurando la sostenibilidad del negocio. "Seguiremos aceptando nuevos desafíos para que la próxima generación de agricultores pueda continuar con esta tradición", dice Nakazono.
Un modelo de éxito
La historia de éxito de la ciudad de Nagashima demuestra el poder del esfuerzo colectivo y de las estrategias con visión de futuro. Al invertir en control de calidad, enfoques orientados al mercado y soluciones innovadoras a los desafíos ambientales, la comunidad ha mantenido sus operaciones pesqueras familiares e independientes y, al mismo tiempo, ha prosperado en el escenario mundial. Esta notable transformación se debe en gran medida al liderazgo de la Asociación Cooperativa Pesquera de Azuma-Cho y a la resiliencia de la gente de Nagashima, cuya determinación para superar la adversidad ha asegurado su futuro como piedra angular de la industria del medregal de Japón.

Un piscicultor alimenta a los peces con pienso original y estandarizado. Se lleva a cabo un riguroso control de la producción en cada corral de peces y se toman datos a diario sobre todo, desde la cantidad y la dosis de pienso hasta el tamaño de los peces. Foto: cortesía del Gobierno de Japón
Con su enfoque en la sostenibilidad y la calidad, la ciudad de Nagashima sigue estableciendo un punto de referencia para la excelencia en la pesca, encarnando el espíritu de innovación y colaboración que define los esfuerzos de Japón por modernizar sus industrias primarias.
El enfoque adoptado por la ciudad de Nagashima, que valora la simbiosis entre el medio ambiente local y su gente, al tiempo que aborda adecuadamente los problemas estructurales de la industria y traza un camino de crecimiento económico, puede ser justo el modelo necesario para generar una mayor prosperidad en las regiones locales de Japón.
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