Larva de bacalao del Pacífico vista con un microscopio.
Científicos analizan respuesta del bacalao del Pacífico a la acidificación oceánica
(ESTADOS UNIDOS, 2/22/2019)
Científicos de NOAA Pesca y de organismos asociados examinaron el comportamiento, crecimiento y composición lipídica (las grasas necesarias para almacenar energía y desarrollar músculos) en bacalaos en estado larvario, y determinaron que la respuesta de las larvas de bacalao del Pacífico a los niveles elevados de dióxido de carbono (CO2) varía en función de su etapa de desarrollo.
El científico Thomas Hurst y un equipo de investigadores del Centro de Ciencias Pesqueras de Alaska, del Colegio de Ciencias de la Tierra, del Océano y Atmosféricas y del Instituto Cooperativo de Estudios de Recursos Marinos de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) realizaron dos estudios de laboratorio para evaluar la sensibilidad de las larvas de este pez a niveles elevados de CO2.
A medida que el exceso de CO2 de la atmósfera se disuelve en el océano, baja el pH de las aguas oceánicas y aumenta su acidez, en un proceso llamado acidificación del océano. Los científicos explican que este tipo de estudios es importante porque la mayor parte de la mortalidad de peces marinos ocurre en la etapa larvaria de desarrollo, y se espera que los océanos de latitudes altas donde habita el bacalao del Pacífico y otras especies de importancia comercial estén entre los más vulnerables a la acidificación de los océanos.
Las tasas de crecimiento de las larvas del bacalao del Pacífico durante las primeras cinco semanas de vida aumentaron con dos dietas a niveles ambientales y elevados de CO2. El gráfico se elaboró a partir de los datos presentados en Hurst et al. 2019.levated CO2 alters behavior, growth, and lipid composition of Pacific cod larvae. Marine Environmental Research.
Hurst verificó los efectos de la acidificación del océano en las etapas tempranas de la vida de los peces larvales. Cuando las larvas del bacalao del Pacífico eclosionan, miden menos de ¼ de pulgada y son en su mayoría transparentes. Los investigadores suelen usar faros en sus laboratorios para poder ver a los pequeños peces en sus oscuros tanques de crianza.
En el océano, la luz juega un papel importante en la dirección de los movimientos de los peces y en la alimentación. El estudio de comportamiento mostró que cuando se expusieron a niveles elevados de CO2, las larvas de bacalao de cuatro a cinco semanas de edad se movieron más rápidamente hacia zonas con niveles de luz más altos que los que existen bajo los niveles elevados de CO2 actualmente presentes en el agua de mar de Alaska. Si bien estos cambios en respuesta a la luz se han visto en varios otros peces expuestos a altos niveles de CO2, los científicos están empezando a explorar las consecuencias de estos cambios de comportamiento.
"Las condiciones ambientales cambiantes pueden afectar a las especies de múltiples maneras y no todas las etapas de la vida pueden responder de la misma manera", señala Hurst. "Queríamos explorar esto porque tiene implicaciones para la sostenibilidad del bacalao del Pacífico y otras poblaciones de peces importantes en Alaska."
En el segundo estudio, los científicos analizaron las tasas de crecimiento de larvas de peces expuestas a altas concentraciones de CO2 y alimentadas con dos dietas diferentes, una de las cuales era más rica en lípidos (nutritiva). Los científicos midieron peces de dos semanas y cinco semanas de edad. Independientemente de la dieta, observaron que las larvas de dos semanas criadas con niveles elevados de CO2 eran más pequeñas que las criadas con los niveles actuales de CO2. Curiosamente, a las cinco semanas de edad, los peces expuestos al CO2 parecían haberse recuperado de su lento comienzo.
Según Hurst, las diferencias observadas entre las tasas de crecimiento de las larvas de dos y cinco semanas se deben a la cambiante fisiología de las larvas a medida que se desarrollan. No obstante, es posible que para el momento en que alcancen las cinco semanas de vida, las larvas de bacalao puedan aclimatarse a los efectos del CO2 elevado.
Thomas Hurst, investigador de AFSC, realizó un experimento para examinar los efectos de la acidificación del océano en etapas tempranas de la vida del bacalao.
Los científicos también sugieren que el rápido crecimiento de las larvas más viejas puede ser facilitado por cambios de comportamiento que estimulan una alimentación más agresiva.
Esta investigación es parte de un esfuerzo mayor de NOAA para comprender las posibles consecuencias de la acidificación de los océanos en las pesquerías de Alaska y las comunidades que dependen de los recursos marinos para la nutrición y su economía.
En estudios de laboratorio anteriores se examinaron otras especies, tales como abadejo o colín de Alaska, lenguado del Pacífico y cangrejo.
“La falta de una respuesta consistente de las diferentes especies a los niveles elevados de CO2 continúa desafiando nuestra capacidad para sacar conclusiones a gran escala sobre los impactos en el ecosistema de la acidificación oceánica. Pero esta investigación agrega una pieza más al rompecabezas y a una mayor comprensión", afirma Hurst.
Hurst planea trabajar con socios en la OSU para desarrollar modelos informáticos para predecir mejor cómo la acidificación del océano puede afectar la supervivencia de las larvas de bacalao y abadejo del Pacífico, el reclutamiento (crecimiento hasta la madurez) y los peces adultos en el mar de Bering en diferentes escalas de tiempo, es decir entre 20 a 100 años a partir de ahora.
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