El atún rojo del Atlántico (BFT) es la única especie de atún que se cría en aguas de la UE
Artículo de INVESTIGACIÓN: ¿Qué tan sustentable es la acuicultura del atún?
MUNDIAL
Wednesday, September 04, 2024, 07:00 (GMT + 9)
El siguiente es un extracto de un artículo de investigacion publicado por Frontiers:
1 Introducción
La población mundial alcanzó los 8.000 millones de personas en noviembre de 2022 y se espera que siga creciendo hasta alcanzar los 8.500 millones en 2030 y unos 9.700 millones en 2050 (Naciones Unidas, 2022). Este rápido crecimiento demográfico es y será causa de un rápido aumento de la demanda mundial de alimentos, especialmente de alimentos ricos en proteínas (Duarte et al., 2009; Godfray et al., 2010; García y Rosenberg, 2010; Béné et al., 2015; King et al., 2017). Este aumento de la demanda mundial de alimentos puede intensificar fácilmente la presión sobre la seguridad alimentaria, la inocuidad alimentaria y la huella ecológica. Por lo tanto, es esencial que los sistemas de producción de alimentos sean sostenibles (Godfray et al., 2010).
La acuicultura ha sido identificada como una fuente de alimentos sostenible crucial para alimentar a la creciente población mundial (Asche, 2008; Garlock et al., 2020; Henriksson et al., 2021). La producción total de productos del mar mediante la pesca de captura y la acuicultura se estimó en 182 millones de toneladas en 2021 (FAO, 2024)1. La producción de la pesca de captura se ha mantenido bastante estable en alrededor de 90 millones de toneladas desde mediados de la década de 1990; por lo tanto, es bastante improbable que se produzca un aumento significativo de la producción sostenible a partir de la pesca de captura (García y Grainger, 2005; Guillén et al., 2016). Por otra parte, la producción acuícola ha aumentado rápidamente desde mediados de la década de 1980 y superó a la pesca de captura como fuente de alimentos en 2014, y se prevé que pronto la acuicultura supere a la pesca de captura en producción total (Garlock et al., 2020; Asche et al., 2022; Garlock et al., 2023). Además, se espera que la producción acuícola siga creciendo rápidamente, ya que el control del proceso de producción permite una innovación continua que reduce los costos de producción y mejora la competitividad (Asche, 2008). Existe la preocupación de que esta rápida expansión de la acuicultura pueda afectar principalmente a su sostenibilidad ambiental y social; sin embargo, este proceso a menudo conduce a una huella ambiental reducida, aunque depende en gran medida del sistema de gobernanza (Asche et al., 2022; Naylor et al., 2023; Partelow et al., 2023; Garlock et al., 2024).
La normativa de la UE reconoce a la acuicultura como un importante contribuyente potencial para mejorar la seguridad alimentaria y los sistemas alimentarios sostenibles. La Política Pesquera Común (PPC) de la Unión Europea (UE) establece las normas para la gestión de la pesca y la acuicultura de la UE. La última reforma de la PPC destaca la necesidad de que la acuicultura sea ambientalmente sostenible y contribuya a garantizar la seguridad alimentaria aumentando la producción de alimentos (Comisión Europea, 2013; Guillen et al., 2019a)2.
Además, la UE pretende reducir la contaminación y las emisiones de carbono, impulsar el uso eficiente de los recursos y restaurar la biodiversidad (Comisión Europea, 2019). El Pacto Verde Europeo (Comisión Europea, 2019), la Estrategia de la Granja a la Mesa (Comisión Europea, 2020), la Comunicación sobre la Economía Azul Sostenible (Comisión Europea, 2021a) y las Directrices estratégicas para una acuicultura más sostenible y competitiva en la UE (Comisión Europea, 2021b) destacan el potencial de la acuicultura como fuente clave de producción sostenible de alimentos. Como tal, estas regulaciones de la UE tienen como objetivo impulsar la acuicultura de bajo impacto ambiental, que se identifica como la producción de especies de bajo impacto trófico (micro y macroalgas, no alimentadas como los moluscos filtradores), la acuicultura orgánica y la acuicultura multitropical integrada (IMTA).
En este contexto, es importante reflexionar sobre cómo se sitúa la acuicultura de especies carnívoras con respecto a los impactos ambientales y la contribución al suministro general de alimentos, reconociendo que el impacto varía según la especie (Gephart et al., 2021; Koehn et al., 2022). En 2020, las principales especies de peces de aleta de acuicultura producidas en la UE (trucha arco iris, dorada, lubina europea y atún rojo del Atlántico) representaron más del 50% de la producción acuícola total de la UE en valor, siendo todas ellas especies carnívoras (STECF, 2023a). El pienso determina el crecimiento y la calidad de los peces, pero también genera el mayor impacto ambiental (Luna et al., 2019). En las dos últimas décadas, la industria acuícola y la comunidad científica, con el apoyo de las instituciones públicas, han desarrollado mejoras significativas en las formulaciones de piensos con la sustitución de la harina y el aceite de pescado por ingredientes alternativos derivados principalmente de cultivos agrícolas básicos (Da et al., 2012; Tacon, 2020; Pelusio et al., 2022), y algunas especies carnívoras como el salmón son ahora proveedores netos de proteína marina (Ytrestøyl et al., 2015). La acuicultura de alimentación produce actualmente entre tres y cuatro veces más pescado del que consume (Kok et al., 2020). Sin embargo, estas mejoras en las formulaciones de piensos se han aplicado con distintos grados de éxito en función de la especie y la fase del ciclo de desarrollo. La acuicultura del atún, que comprende un grupo de especies cuyos ciclos de producción aún no se han cerrado a nivel comercial y que todavía no utilizan piensos a base de fórmulas que permitan una fácil sustitución de ingredientes, puede ser el tipo de acuicultura más controvertido que se lleva a cabo en aguas europeas.
El atún rojo del Atlántico (BFT) es la única especie de atún cultivada en aguas de la UE, y la sostenibilidad de la acuicultura del atún en los países europeos mediterráneos se cuestiona con frecuencia debido a su impacto en ambas categorías de stocks salvajes, el atún cosechado utilizado como ganado y las pequeñas especies pelágicas utilizadas como alimento para atún que podrían usarse directamente para el consumo humano (Mylonas et al., 2010). A pesar de los avances científicos en la reproducción del atún rojo en cautividad, actualmente su cultivo todavía consiste en capturar individuos en libertad y transferirlos a jaulas flotantes donde son alimentados con especies de bajo coste ricas en grasa como la sardina o la caballa (Mylonas et al., 2010; Fernández-Polanco y Llorente, 2016)3.
A principios de la década de 2000, la acuicultura de BFT fue ampliamente criticada no solo por sus impactos ambientales y el uso de subsidios, sino también como causa de la sobreexplotación de las poblaciones de BFT4. El auge de la acuicultura del atún y el aumento asociado de la demanda de atún vivo se relacionaron con los altos precios que alcanzó el atún en el mercado japonés (Deere, 2000; Carroll et al., 2001). La acuicultura del atún permite a los productores engordar el atún, obteniendo así precios más altos, así como regular el mercado de carne fresca de atún y evitar un exceso de oferta a corto plazo.
Un plan de recuperación de 15 años dio como resultado un aumento del tamaño de las poblaciones de atún rojo, lo que permitió establecer cuotas de captura total admisible (CTP) más altas en los últimos años dentro de niveles de captura sostenibles (ICCAT, 2008; Selles et al., 2018; Nøttestad et al., 2020). A pesar de la recuperación de las poblaciones, el debate sobre la sostenibilidad de la acuicultura del atún persiste. La acuicultura del atún sigue enfrentándose a críticas por su alto impacto ambiental y el suministro global de alimentos negativo resultante, especialmente cuando la mayor parte de la producción de atún rojo se exporta.
Este artículo tiene como objetivo realizar una evaluación multidisciplinaria de la sostenibilidad de la acuicultura del atún rojo del Atlántico (BFT), detallada tanto para el engorde como para la cría de atún rojo. Nuestro método implicó estimar y comparar las contribuciones e impactos ambientales, económicos y sociales de la acuicultura de BFT, medidos en términos económicos. Esta metodología y sus resultados se pueden aplicar a otros sistemas de acuicultura y producción de alimentos.
Hemos estructurado el manuscrito para que sea autosuficiente para el lector, comenzando con una sección sobre las tendencias recientes en la acuicultura de BFT y la diferencia entre el engorde y la cría de atún. La sección de materiales y métodos proporciona una descripción general de los indicadores para esta metodología propuesta y las principales fuentes de datos utilizadas en este estudio. Las secciones de resultados y discusión posteriores detallan la contribución económica y a la producción de alimentos de la acuicultura de BFT, comparándolas con la pesca de BFT, así como sus impactos ambientales. El manuscrito concluye con una sección de hallazgos y observaciones de la investigación y conclusiones que ponen los resultados del estudio en perspectiva.
2 Acuicultura del atún rojo del Atlántico
Se cultivan tres especies de atún, todas ellas atún rojo del género Thunnus. El atún rojo del Atlántico (BFT, Thunnus thynnus) representa el 49% en peso y el 40% en valor del atún cultivado a nivel mundial en 2021, mientras que el atún rojo del Pacífico (Thunnus orientalis) representa el 40% en peso y el 50% en valor (FAO, 2024). El atún rojo del Atlántico se cultiva principalmente en el mar Mediterráneo, y el atún rojo del Pacífico en Japón y México. La tercera especie es el atún rojo del sur (Thunnus maccoyii), cultivado en Australia.
More than 80% of the BFT aquaculture in both weight and value takes place in the EU (FAO, 2024). The only European countries involved are Croatia, Malta and Spain. In 2021, Malta produced 42% of the weight and 44% of the value of the total BFT aquaculture production, Spain produced 26% of the weight and 30% of the value, while Croatia produced 13% of the weight and 10% of the value (see Figure 1).
Figura 1. Producción de acuicultura de atún rojo (1995-2021). Fuente: Elaboración propia a partir de datos de FAO (2024).
La acuicultura de atún rojo se basa en la captura de individuos vivos de atún y su cría en jaulas marinas. La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA, 2008) clasifica la acuicultura de atún rojo en dos tipos según el tamaño de los individuos salvajes capturados y el tiempo de cría:
● Engorde cuando los individuos maduros (>30 kg de peso corporal) se crían entre 2 y 7 meses;
● Cría, en la que los ejemplares juveniles (de 8 a 30 kg de peso corporal) se crían durante un período más largo (hasta 2 años).
Según los datos del Informe Económico Anual de la Flota Pesquera de la UE de 2023 (AER; STECF, 2023b), aproximadamente el 90 % de las capturas de atún rojo de la UE se realizan en el mar Mediterráneo. En este caso, la temporada de pesca del atún rojo se extiende entre junio y julio, durante su migración reproductiva y, a menudo, en sus zonas de desove.
Actualmente, aproximadamente el 85 % del atún rojo se captura con redes de cerco. La importancia de las redes de cerco ha ido aumentando, ya que este método de pesca captura al atún rojo vivo, de modo que se pueda suministrar a los sitios de acuicultura (Ottolenghi, 2008; Druon, 2009; STECF, 2023b). Casi la totalidad de la captura de atún rojo con redes de cerco se vende a sitios de acuicultura en el mar Mediterráneo. Solo los individuos que mueren accidentalmente durante las operaciones de pesca o el transporte a los sitios se venden directamente al mercado (Mylonas et al., 2010).
La mayoría de los atunes rojos que migran son reproductores maduros con pesos corporales entre 40 y 400 kg, ya que 25 kg corresponden al peso medio en la primera madurez en el mar Mediterráneo y el océano Atlántico oriental (Druon et al., 2016). En esta época del año, los atunes rojos han gastado una gran cantidad de energía en construir sus gónadas (Mourente et al., 2001), lo que resulta en una reducción significativa de su contenido de grasa muscular, mientras que el mercado de sushi y sashimi aprecia más los peces grasos (Ticina et al., 2007). A diferencia de los mercados de filetes de atún y de atún enlatado, el mercado de sushi y sashimi de atún, ubicado principalmente en Japón, es altamente selectivo, ya que solo acepta las tres especies de atún rojo y los precios dependen en gran medida de la calidad de la carne (Martı́nez-Garmendia y Anderson, 2005; Miyake et al., 2010; Metian et al., 2014).
A diferencia de la mayoría de las especies de peces carnívoros de cultivo que se alimentan con piensos formulados con distintos niveles de contenido de ingredientes marinos en forma de harina y aceite de pescado (Tacon, 2020), el atún rojo se alimenta principalmente con peces pelágicos pequeños, que son especies ricas en grasa y de bajo costo (Belmonte y de la Gándara, 2008). Entre ellas se encuentran la sardinela (Sardinella aurita), la sardina europea (Sardina pilchardus), el arenque (Clupea harengus), la caballa (Scomber scombrus), el jurel (Trachurus spp.), el estornino (Scomber japonicus), la boga (Boops boops) y algunos cefalópodos (Vita et al., 2004). Por tanto, el engorde de atún rojo, que se realiza principalmente para obtener un mayor contenido de grasa corporal y un mayor peso total, da lugar a precios más altos y se ve mejorado por la regulación de la oferta más allá de la temporada de pesca.
La cría de atún rojo solo se lleva a cabo en Croacia, ya que solo Croacia tiene una derogación que permite la captura de individuos de menos de 30 kg, pero más de 8 kg, debido a razones históricas y al pequeño número de atunes involucrados. Estos atunes juveniles se crían en cautividad durante un máximo de 2 años hasta que alcanzan entre 30 y 50 kg (Ticina et al., 2007). De esta forma, el cultivo se realiza para aumentar el peso y alcanzar los requerimientos mínimos del mercado japonés, alcanzando precios relativamente bajos ya que este mercado prefiere atunes de 150-250 kg. Mantener el atún por más tiempo en jaulas aumenta el riesgo financiero (Mylonas et al., 2010) y los costos generales.[continua...]
Autores: Jordi Guillen, Frank Asche,Frank Asche, Natacha Carvalho, Jean-Noël Druon, Ignacio Llorente, Andrew Sciberras, Svjetlana Novakovi, Ivana VukovIvana Vukov | Lea el articulo completo haciendo clic en el link aqui (ingles)
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